Breve historia de los inicios.

1929, Los Alcázares. Hidro Dornier Do R Superwal

En la primavera de 1915, el Jefe Superior de Aeronáutica, coronel Pedro Vives y Vich, recorrió toda la costa mediterránea para elegir como sede de la base aeronaval del Ejército el Mar Menor, por sus condiciones naturales inmejorables, pocos obstáculos, mar tranquilo y poco profundo y abundantes días de sol al año. El emplazamiento elegido fue una finca de unos 500.000 metros cuadrados en las afueras del poblado de Los Alcázares, colindante con el mar. Surgía así el primer aeródromo marítimo de España y uno de los más importantes de la Aeronáutica Militar española durante la primera mitad del siglo XX.

Desde su nacimiento, tuvo dos funciones: sede de la Escuela de Hidroaviones y centro de formación de pilotos, aspecto éste que se vería reforzado tras la construcción de la Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos (1921-1936), en la que, sin duda, fue la Edad de Oro del aeródromo de Los Alcázares. En ella, se formaron numerosos pilotos de caza y bombarderos, artilleros y observadores aéreos. Durante esos años, recibieron enseñanza aquí la mayoría de los pilotos de aquella época heroíca de nuestra aviación.