TRAS LA GUERRA, A LA BÚSQUEDA DE UTILIDAD PARTE 1

Primeros años de la postguerra

Tras la Guerra Civil con la unificación de los distintos servicios aeronáuticos militares en el Ejército del Aire (octubre de 1939), el aeródromo de Los Alcázares sufrirá notables modificaciones. Quizá su decidido apoyo a la República, su activo papel durante la contienda, razones técnicas (reducidas dimensiones de su campo de vuelo, imposibilidad de ampliación) o la cercanía de la base de La Ribera pudieron hipotecar su futuro. Así, comienza a considerarse no apto para el vuelo, se desmontan varias de sus infraestructuras (hangares, talleres…) y, sobre todo, no tendrá una función definida en adelante.

En esta fotografía de marzo de 1941, se aprecia el espacio que ocupaba el gran hangar de los talleres del Parque Regional del Sureste, desmontado y trasladado a la Maestranza de Albacete.

En 1941, y hasta 1950, el aeródromo de Los Alcázares se convierte en sede de la Academia de Oficiales del Arma de Tropas de Aviación, cuya función era la transformación de los oficiales provisionales de guerra en oficiales profesionales del recién creado Ejército del Aire.

Desde 1947, la Academia de Oficiales de Los Alcázares pasó a denominarse Academia Especial del Arma de Tropas de Aviación e Intendencia del Ejército del Aire.